Y se desnudó, como la serpiente que muda la piel, dejó caer una a una las capas del recuerdo, entregando al olvido lo que no era menester seguir recordando.
Se despojó de dolor y falsas tragedias, se limpió de aquello que le robaba la sonrisa y se mostró, frente al espejo de su alma, con la franqueza que otorga la desnudez.
Se ofreció entonces a su vida, como la mejor de las ofrendas, sacrificando en el acto los malos momentos. Enterró en el altar los pedazos de corazón. Quemó en el fuego sagrado las mentiras que no volvería a atender. Se dejó caer en el agua sagrada y renació, abriendo sus manos a nuevos destinos, mirando con ojos limpios el paisaje, como si jamás hubiera mirado.
Cerró el baúl de la culpa, perdió entre la arena cada una de las pequeñas piedras que lastraban su vuelo y sintió el agudo dolor en la espalda cuando sus nuevas alas se desplegaron extraordinarias, hermosas, hechas de nuevos sueños, de esperanzas renovadas.
Recogió de las cenizas del pasado, un nuevo corazón más fuerte y generoso, y desenterró del fango una ilusión creciente que iluminó el camino por el que sus pies empezaban ya a transitar, y con la honestidad de concebirse ella misma, sin disfraces, esperó el amanecer de una nueva era....
Besos y sed felices
Se despojó de dolor y falsas tragedias, se limpió de aquello que le robaba la sonrisa y se mostró, frente al espejo de su alma, con la franqueza que otorga la desnudez.
Se ofreció entonces a su vida, como la mejor de las ofrendas, sacrificando en el acto los malos momentos. Enterró en el altar los pedazos de corazón. Quemó en el fuego sagrado las mentiras que no volvería a atender. Se dejó caer en el agua sagrada y renació, abriendo sus manos a nuevos destinos, mirando con ojos limpios el paisaje, como si jamás hubiera mirado.
Cerró el baúl de la culpa, perdió entre la arena cada una de las pequeñas piedras que lastraban su vuelo y sintió el agudo dolor en la espalda cuando sus nuevas alas se desplegaron extraordinarias, hermosas, hechas de nuevos sueños, de esperanzas renovadas.
Recogió de las cenizas del pasado, un nuevo corazón más fuerte y generoso, y desenterró del fango una ilusión creciente que iluminó el camino por el que sus pies empezaban ya a transitar, y con la honestidad de concebirse ella misma, sin disfraces, esperó el amanecer de una nueva era....
Besos y sed felices
7 comentarios:
Paseo por tu blog en los días de niebla... me gusta lo que encuentro por aquí.
Un saludo desde Maine.
Porrr fin la xicoteta... eso es lo que tienes que hacerrr aishhh
besitossss
Me alegra que te guste Maine. Te espero cuando haya niebla..
Besos
Ya sé Xicotet y tú sabes que sin ti no sería posible...
Besitoss
Pues a esto que dice tu texto, me apunto. No hay nada tan gratificante para el alma como renacer de las cenizas. No hay nada tan bello en la sonrisa, como estrenarla:):):)
Besos
Y que lo digas Trini. Es un momento de cambios, de fin de una etapa y principio de otra. Es un momento para metamorfosearse y ya empieza a notárseme.
Besos
El ave fenix surca de nuevo los cielos...
Besitos.
Y más fuerte que nunca Rubén
Besitos
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