domingo, octubre 19, 2008

Otoño


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De olas y espuma se hizo un traje la nostalgia, y ahora se pasea por la playa, dejando gotitas saladas, como lágrimas que el sol seca con sus besos cálidos. Deambula el otoño por la arena, se viste de la sal de Nostalgia y vuelve a la alameda, donde las hojas le hacen una alfombra de ocre y sueños crujientes.

En el calendario, octubre se deja seducir por noviembre y mientras la lluvia limpia las calles y se lleva la tristeza. El frío empieza a notarse en los huesos, la manta del sofá pide compañía y el reloj devuelve la hora que robó en primavera.

Vuelve a girar la ruleta y otra vez es aquí y ahora, vuelve de nuevo a irse el sol más tiempo del que se queda, las nubes roban su calor sin vergüenza y hay de nuevo en el aire olor de chimenea.

Llueve una vez más y arrastra la tormenta, los restos de un verano que se resiste a quedar en el olvido, mientras un invierno prometedor deja notas de aviso en el otoño que se aferra con vehemencia al alma y de nuevo Nostalgia deja su firma en notas creativas de domingos taciturnos y tazas de té humeantes.

Rojos sobre ocres tiñen los jardines, árboles aparentemente muertos, sin hojas, vestidos de frutos rojos pasión, granadas repletas de rubíes que explotan al morderlos, naranjas clementinas cubren los puestos de las fruterías, en primavera quedó prendido el perfume de las que fueron sus flores, habrá que esperar que la ruleta de una vuelta más para volver a envolverse con su aroma.

El jazmín pierde con pereza sus últimas flores, y en la playa ya no quedan más que las conchas que el mar arrastra cada noche. Chocan las olas contra la escollera y los barcos esperan que amaine la tormenta. Apenas quedan huellas del verano que partió hacia el otro lado del mundo mientras el otoño cubre con su manto los pétalos de jazmín que se esparcen por el suelo.

Ha llegado Otoño, de nuevo, y otra vez trae en la maleta recuerdos de ocre, nostalgias naranjas, momentos de chocolate caliente y sueños como rubíes de granada, dispuestos a estallar en el paladar de quien quiera saborearlos...

Besos y sed felices