Parece mentira, pero fue hace tres años cuando un 28 de febrero, decidí abrir este blog. ¿Las razones? Pues sólo hubo una: Poder comentar en el blog de mi primo Diego, que acababa de abrir el suyo, desde el otro lado del mundo, para mantenernos a los que estamos a este lado, más informados sobre su vida. Ahora mis queridos Silencios Interverbales, como les llamo yo con cariño, van a cumplir tres años. Tres años indescriptibles.
Se me hace muy difícil seguir mi vida sin este rincón, se me hace tremendamente difícil no publicar lo que escribo, no desnudar mi alma a ratitos y daros permiso para que sepáis lo que oculta. Ya no sé vivir sin dar rienda suelta a mis dedos, contar lo que en verdad siempre he contado, sólo que antes sólo era mío. Ahora es más vuestro que mío.
Ha habido momentos en que he lanzado el dolor y la rabia contra mi rincón, he deseado dejarlo, cerrarlo, no escribir más en él... Pero ¿cómo voy a abandonarlo, si es parte de mí, si no puedo respirar sin alimentarlo? Llevo toda una vida escribiendo, pero mis Silencios me han enseñado a dejar que otros sepan lo que escribo. Me han enseñado a depurar un estilo propio, a cuidar la forma de expresar mis silencios, entre palabras y con palabras. Me han enseñado a vivir, a crecer, a sacar partido de mi tristeza, de mi melancolía, y hasta de mi ira.
Estoy segura de que sabéis bien lo que siento. Y por eso hoy sólo puedo celebrar este cumpleaños de una manera: Dando las gracias:
- Gracias a Lo que las palabras no dicen, a mis Silencios Interverbales, por ser mi desahogo, mi rincón secreto (no tan secreto), la inspiración del programa de radio que más me ha gustado realizar (y que algún día volverá a las ondas) y la voz de, justamente, mis Silencios más ocultos.
- Gracias a Priscila, porque a través de ella y de su vida, he descubierto otra forma de escribir y otras historias que narrar. (Pronto habrá nuevo capítulo).
- Gracias a Diego, porque sin él, no existiría este rincón de silencios.
- Y Gracias, muchas gracia a todos y cada uno de los que me seguís, comentáis y llenáis este rincón de color, de luz y de cariños.
Dentro de dos días cumplen años mis Silencios. Pero hoy he querido dejar este post y elegir justo este día para que nazca, definitivamente, un nuevo blog: Hoy Priscila deja de ser parte de mis Silencios para brillar con luz propia. Espero que la disfrutéis...
¡¡¡Feliz Cumpleaños!!! Y Gracias a todos por no faltar a esta cita...
Besos y sed felices