jueves, septiembre 16, 2010

Bienvenida



Llegaste nuevo y espléndido, con tu aire fresco, y es seguro que traes buenos augurios y nuevas promesas... Tal vez ya estaba esperándote, tal vez hacía falta que vinieras, y es que la nostalgia aguardaba en el zaguán de mi sonrisa, para traer fruta fresca.


Espero impaciente el momento de tenerte merodeando, revoloteando entre mi paciencia y mi vehemencia, dándole un toque de naranja ácida a cada momento aderezado con chocolate.


Vienes y es preciso hacerte hueco en el recoveco que las palabras confían, entre sonrisas y otros cuentos, darte el argumento para un relato nuevo, y entre silencios y hojas secas dormiremos, al abrigo de tu aliento, con el cielo que dibujes como techo, esperando un amanecer de estrellas lleno y del viso de nuevos retos.


Desde la ventana veo las huellas que tu paso va dejando, adivino en el aire el aroma de tu presencia, y si cierro los ojos puedo hasta notar tu leve beso, dejado por azar entre mis labios, como un anuncio de lisonjas, haciéndome cosquillas en el centro de mi alma donde acechan sueños nuevos.


Dulce encuentro sorprendente y esperado, sugerente como el vino especiado, intenso como tus besos, impredecible como mi próxima palabra, dejando a la imaginación el espacio preciso y a la nostalgia la licencia concedida.


Te espero, ya puse las piezas sobre el tablero, no sé que me depara este momento, pero tenemos tiempo para jugarnos la nostalgia hasta que vuelvan las cerezas y tú regreses a tu reino.


Besos y sed felices

9 comentarios:

Trini Reina dijo...

Pues ya que llega, habrás de hacer una buena partida y, llegado el caso, hasta dejarlo (de vez en cuando) ganar.

Espero que esa visita sea de lo más grato.

Besos

Esther Hhhh dijo...

Mi querida Triniá, creo que este "individuo" generalmente gana sus partidas, jejeje... Esperaba que te dieras cuenta, al menos tú, querida amiga, que no es una persona de quien hablo, si no más bien es el nuevo Otoño entrante... Que para mí suele marcar el inicio del año, y es que tanto tiempo estudiando (toda la vida ya casi) hace que una acabe marcando el inicio del año con el inicio del curso, sobre estas fechas, con la llegada de septiembre y el otoño. Por eso es nuevo (aunque sea un viejo conocido) y por eso, ya que siempre otoño trae a Nostalgia, y Nostalgia trae consigo mi creatividad, es ella a quen nos apostamos en el juego hasta la llegada de las cerezas (primavera).
La naranja es símbolo del otoño y el chocolate para entrar en calor, cuando empieza a refrescar, y además es mi vicio más antiguo. El vino especiado o Mulled Wine se empieza a preparar en noviembre, a mediados, y de cara a Navidad, se toma caliente y entra de maravilla cuando hace frío y nieva en las calles londinenses.. No pude evitar hacer un guiño a mi otoño perfecto del año pasado y que no sé si podré volver a disfrutar éste... ójala...

Y por supuesto, hay más cosas escondidas entre palabra y palabra, pero no voy a contártelo todo, ¿no? le quitaría la gracia, jejeje...

Besitos

Trini Reina dijo...

Curiosamente, para mí también significa septiembre el inicio del año. Siempre ha sido así. Antes porque comenzaba la escuela y luego, porque largaba mis hijos a la escuela:):)

Besitos y feliz otoño

Ernesto. dijo...

No voy a repetir lo que ya he dicho en alguna ocasión y tú sabes mejor que nadie. El escrito es magistral. El juego de las palabras un laberinto de ti misma... hay tanto ahí... Y sin embargo cómo descubrir sin profundizarte el destinatario último... tú, el otoño... tú...

Besos y abrazos.

Esther Hhhh dijo...

Coincidimos en algo más, mi querida Trniá. Hace poco me dijeron que Otoño era para los celtas el inicio del año.

Besitos

Gracias otra vez Ernesto, me alegra que te guste, y sí, quizá haya algún otro destinatario... o no... Quédate con lo que las palabras no dicen ;-)

Besos

anuar bolaños dijo...

RUTA

Hacia dónde vas paisaje con aristas?
Veo tus monstruos
marchando tras tu sombra
y tú los ignoras.

Nunca miras los puertos saqueados,
los mitos vencidos.

Tu pelo reparte lanzas de lumbre,
tu rostro inaugura en mi jardín
un espejismo de puertas.

El conjuro triunfó,
te sigo en silencio.



anuar ivan.

Esther Hhhh dijo...

Gracias, Anuar, me encantó este poema...

Besitos

Velvetina dijo...

No voy a comentar nada de esta entrada, más que nada porque han pasado semanas desde que las escribiste y estoy segura de que por tu mente andan otros pensamientos.

Prefiero quedarme con la frase que muestras al inicio del blog “A veces me dejo llevar por mis silencios…”, y yo, querida Esther, me he dejado llevar por los míos durante estas semanas de obligada ausencia. Lo cual no quiere decir que no te haya tenido presente, que recuerde muchos de los comentarios que me has dedicado, que desee que todo te esté yendo bonito…

Un fuerte abrazo sin distancias

Velvetina

Esther Hhhh dijo...

Es cierto, mi querida Velve, ya me toca retomar la pluma (o las teclas). Lo importante tampoco es lo que puedas escribir a cerca de mi Bienvenida, lo realmente importante es que estés, aunque sea entre los silencios. Porque a veces, como suelo decir "es más importante lo que se calla que lo que se evoca". Y tus silencios, en este espacio de palabras no dichas, siempre serán bienvenidos...

Todo va... ¿Bonito? Pues bueno, tampoco me quejo. ¡¡¡Ya soy Diplomada!!! Lo logré, con un par de ovarios y mucho trabajo, jejeje... Y ahora qué?? Pues acabo de empezar mi nueva carrera. Tengo el vicio de meterme en líos, y también tengo el vicio de estudiar. Ya ves...

Te echaba de menos, mi querida Brujilla. Espero que tu nuevo proyecto esté yendo a las mil maravillas. Y también espero que tu marido se haya recuperado de su accidente.

Te devuelvo el abrazo, más fuerte todavía. A ver si hacemos una mini quedada y lo materializamos :-)

Besos de corazón....