Te escribo desde la ausencia y se me hace un nudo en la garganta cada vez que descubro que sin ti ya no hay nada.
Abarcan mis brazos todo el universo de tu espacio, como un agujero negro que se traga cada caricia que mis dedos dibujan en el aire, imaginando tu tacto, recordando la suave textura de tus cariños.
Dejan mis labios rastros de besos con la esperanza absurda de que tal vez vuelvas sobre tus huellas.
Te escribo desde esta cárcel de abandono, con cadenas de soledad que convierten mi alma en un fantasmita ausente de todo, hasta de sí misma.
Espero en vano tu respuesta, una señal, tus ojos mirando a través de las rejas y ante la presencia de tu ausencia, lentamente me disuelvo, convirtiéndome en nada.
Te abro caminos que sé que no andarás, te hablo aunque sé que ya no me escuchas, aliento la desesperanza de esta esperanza ingenua que espera, a pesar de todo, tu regreso, aunque sea como otro fantasma...
Ya ni los fantasmas vienen a verme...
Besos y sed felices
Texto escrito el 20-02-09
2 comentarios:
Esta vez soy el primero en poner un comentario, je,je. Pero parece que es tarde, acabo de leer la entrada siguiente.
Que sepas que no estás realmente sola, mientras escribas en este blog.
Querido Diego, ya sabes lo que dicen: Nunca es tarde si la dicha es buena. En verdad publiqué los tres últimos textos el mismo día, fíjate en la hora y lo verás. Los tenía en mi libreta de textos, a la espera de publicarlos, y los publiqué de golpe.
Besitos
PD: En el fondo creo que sé que nunca estoy realmente sola, hay demasiada gente que me quiere y mucha que se asoma a esta ventanita... Lo mejor es saber que hay quien me sigue desde la otra parte del mundo ;-)
PD2: Tu carta está en desarrollo...
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