lunes, mayo 29, 2006

El Tren

Hubo un tiempo en que el medio de transporte más rápido en tierra era el tren... Era aquella una época de blanco y negro y virados a sepia, de trajes de twin en ellos, y largas faldas en ellas, donde los sombreros eran un complemento importante: Los vaqueros llevaban su sombrero de cowboy, los indios, sus plumas, las mujeres, graciosos tocados emplumados, los caballeros, bombines o sombrero de copa, según la situación, los soldados sus bonetes de guerra, o sus cascos de batalla y los maquinistas ferroviarios, sus gorras.
El tren ayudó en la conquista del oeste, donde llevó la civilización y la revolución industrial hasta los confines del nuevo continente, cubriendo aquel terreno inóspito, con sus vías, formando un extraño entramado de venas de hierro.
Sin el tren nunca se hubiera llevado a cabo la revolución industrial, sus humaredas de carbón quemado y de vapor eran la muestra inequívoca del progreso... Hasta Buster keaton se enamoró de aquella maravillosa locomotora, La General... El se enamoró y luego nos enamoró a todos con ella, porque hay que reconocer una cosa: los trenes de antes no son los de ahora.
Entonces se apreciaban los pequeños detalles. Era época de trabajos artesanales, de cuidado en las cosas. Y aquellos hermosos trenes de traqueteo inolvidable, lucían sus colores vivos: verdes y rojos brillantes, ruedas de amarillo y rojo con sus engranajes negros, hermosas locomotoras en rojo vivo, con chimeneas decoradas en dorado. Bancos de madera, algo incómodos pero impecablemente barnizados, y otros en cambio, los de primera clase, tapizados con el mejor terciopelo granate. Lujosas lámparas en sus vagones comedor, preciosas vajillas, cortinajes incomparables...
Siempre me han gustado los trenes, lo reconozco, y siempre me han gustado las historias que han tenido el tren como protagonista... Y es que le da una magia, un halo especial a todo.. Como olvidar a Marilyn corriendo con su banjo y sus graciosos movimientos, para subir al tren que se iba en "Con faldas y a lo loco". O ese asesinato maquinado en las entrañas de un vagón, en "Extraños en un tren" de Hitchcook. Las despedidas en los andenes siempre dejaron ese sabor agridulce.
Y el Orient Express... Ese ha sido siempre uno de mis sueños, viajar en el Orient... Tiene esa magia atrapada entre sus paredes de hierro, en su memoria de años de historia y glammour. Aquí tenemos el limón express que une Denia y Altea, en un precioso recorrido donde las montañas de la Marina se entremezclan con el mar que acompaña al viajero en prácticamente todo el trazado. Es realmente precioso ese recorrido, en un tren que guarda la esencia de los años 20... Pero el Orient siempre será el Orient.
Hubo una linea ferroviaria que en sus tiempos fue memorable, el tren que unía Alcoy con Gandia, permitiendo un trasiego comercial muy importante en una época en la que viajar desde la Safor al Alcoyà suponía días, el tren lo conseguía en tres horas. Son apenas 50km de vía, pero entonces eso era un record... El tiempo y las carreteras acabaron con este tren mítico y es una lástima.
Hoy en día los trenes son modernos y rápidos, repletos de alta tecnología y capaces de reducir en más de la mitad, el tiempo que cuesta llegar a ciertos destinos... Pero sigue teniendo su magia, ese sonido cuando el tren va a arrancar, que parece un largo suspiro, un "Está bien, ya arranco" o en cambio un "por fin en casa" si es al llegar. Los alegres silbidos que indican su paso, el traqueteo, que ya no se siente igual pero no deja de ser.. Y las estaciones. Aún hay estaciones como la de Valencia que guardan ese sabor al siglo XIX entre sus paredes, aunque se hayan remodelado y adecuado a nuestros tiempos... O míticas como la Victoria Station de Londres...
No sé que tiene viajar sobre vías, pero ya sea en tren de vía estrecha, metro o tren de alta velocidad, da igual la forma y la velocidad, siempre tendrá esa magia que lo diferencia de otros medios de transporte.
Besos y sed felices

4 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Esther, los trenes en Europa sí que que están bien, sí. En Australia están que dan pena. Siempre llegan con retraso, y siempre hay algún que otro problema con ellos. Y es que el transporte público está fatal aquí.

Nada, disfruta de los trenes, y que duren y que no pasen de moda.

Unknown dijo...

Acabo de leer tu queja en mi blog de que no entro en el tuyo. La verdad es que no tenía tiempo ni de escribir en el mío. Ahora estoy en Nueva York, en una conferencia. Igual tengo tiempo de escribir acerca de esta ciudad... bueno, lo poco que vea de ella, y es que no tengo tiempo ni de tomarme un par de días de vacaciones y aprovechar para visitar NY.

Esther Hhhh dijo...

Espero que puedas disfrutar un poquito de Nueva York. A mi me encantaría visitarla...
Por cierto, espero que sepas que el iaio ha muerto. Supongo que tus padres si habrán podido localizarte. Si no, te lo digo aquí, aunque no es el mejor sitio.
Besos

Esther Hhhh dijo...

Vaya, pues un país como Austraila, donde las distancias siempre son grandes, los medios de transporte deberían funcionar un poco mejor.
Besos