Diego me pide que le siga poniendo al día sobre las fallas, supongo que se echa de menos lo que no se tiene, y de seguro que si estuviera aquí, probablemente no prestaría atención a lo que por aquí sucede con las fallas, al menos no con tanto interes... Hoy es oficialmente el primer día de la semana fallera, aunque las fallas, tal cual, comenzarán el próximo miércoles, día 15, con la plantà. Pues bien, este fin de semana ya se podían empezar a notar los estragos que las fallas provocan estos días en la vida cotidiana de las ciudades valencianas... Y es que semejantes monumentos (cada vez son más altos y grandes) no se pueden plantar en sólo un día, como marca la tradición, y eso obliga a que varios días antes, algunas calles ya aparezcan cortadas, con pedazos del remate de la falla que se acabará plantando en ese lugar... Y eso sin hablar de la última moda, los casales con carpa, que vienen a ocupar toda una calle, volviendo medio locos a los conductores, que de repente se ven obligados a circular en contradirección, o a buscar otros caminos para llegar al mismo sitio...
Todos sabemos que en fallas el coche donde mejor está es aparcado, pero claro, no siempre esto se puede cumplir, porque los que necesitamos desplazarnos en nuestro automóvil para poder llegar a nuestro puesto de trabajo, no tenemos más remedio que sufrir estos "inconvenientes". Hay quien apunta, que dado que son sólo 4 días, 4 días en los que el descanso a horas normal se vuelve complicado y la circulación por la ciudad casi imposible, estaría bien que nos dieran estos cuatro días libres y así evitaríamos ciertos problemas... A mi también se me ocurren otras cosas, y me recuerdan por ejemplo que para llegar a mi puesto de trabajo yo sólo puedo ir con un vehículo particular puesto que no hay medio de transporte público alguno que me traiga hasta aquí y luego me devuelva a mi casa (o cerca, por supuesto, que tampoco hablo de ir de puerta a puerta).
Ayer disfruté de un bonito domingo fallero... fui a ver la mascletà, con un sol de justicia y unas temperaturas casi veraniegas (lo cual es un placer, porque no hay nada como ver la mascletà en manga corta y tomarse algo fresquito cuando acaba). La mascletà, bien gracias, lo cierto es que genial. Clásica, yendo de menos a más, con una parte aérea importante, a base de palmeras en colores blanco, y verde y confetti de papel, que brillaba con el sol. En la parte final tuvo un Terratremol en tres partes, dos de ellas aéreas, y tambien in crescendo y acabando con un apoteósico final de carcasa. Ummmmmmm y que rico olor a pólvora en el aire...
De la mascletà a fer la picaeta, osea a tomarnos una cervecita en una terracita por el barrio del Carmen, que rica, y luego a comer en otra terracita, que para eso el dia era primaveral.
Por la tarde-noche, a eso de las ocho, nos acercamos a ver la falla de Nou Campanar, una de las que participan en categoría especial, la de más alto rango, y puesto que es un monumento de gran embergadura, con un presupuesto cercano al millón de euros (si dinero no habrá pero pa tontas....) y una iluminación espectacular.. Eso fue justo lo que fuimos a ver... Y que luces, parecía que fuera de día...
Valencia ya se ha vestido de gala, las fallas ya están en todas partes, los puestos de churros y bunyols ya acechan en las esquinas atrayendonos con ese olor delicioso que dejan en la calle, y en resumen, todo invita a estar en la calle... Y es que las Fallas son para vivirlas en la calle, para andar y acabar con los pies reventados, para tirar petardos, comer bunyols cuando te fallan las energías y disfrutar de un aperitivo y una cervecita después de ver la mascletà, o mejor dicho, oírla... ¿Y dormir? pues eso mejor lo dejamos para la pascua...
Besos y sed felices
No hay comentarios:
Publicar un comentario